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Las Enfermeras de Hoy ISSN L 2805-1823

Editorial

Este año la emoción que nos embarga es difícil de describir, celebrando un momento histórico e irrepetible: los 100 años de vida
gremial de la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP). Este no es solo un aniversario más en el calendario; es
la conmemoración de un siglo de entrega, de sacrificio, de compromiso, de profesionalismo y, sobre todo, de amor por la noble
labor de cuidar vidas.

Hace exactamente un siglo, un grupo visionario de mujeres valientes que en aquel entonces rompían barreras y desafiaban
paradigmas decidió organizarse para defender los derechos de quienes ya ejercían la enfermería y para fortalecer una profesión
indispensable para la sociedad. Aquellas pioneras comprendieron que cuidar al enfermo no era solo un oficio, sino una misión
profundamente humana y trascendente.

Hoy, gracias a su legado, miles de hombres y mujeres en Panamá llevan con orgullo el uniforme blanco, la cofia, el estetoscopio,
entre otros símbolos de nuestra vocación de servicio. Somos herederos de esa visión y tenemos el deber de seguir haciéndola
florecer.

A lo largo de estos cien años, la ANEP ha sido más que un gremio, ha sido un hogar, un escudo, un faro. Hemos luchado
incansablemente por mejores condiciones laborales y económicas, por el reconocimiento profesional, por políticas de salud
inclusivas y justas. Hemos participado activamente en la construcción de un sistema de salud más equitativo, que garantice el
derecho a la salud a todas las personas sin distinción.

En las epidemias, en los desastres naturales, en los hospitales abarrotados, en las comunidades más alejadas y en las clínicas,
siempre ha estado una enfermera o un enfermero llevando alivio, esperanza y consuelo. Durante la reciente pandemia, una vez
más demostramos nuestra resiliencia y nuestra entrega incondicional a la salud pública.

No ha sido un camino fácil. Hemos enfrentado tiempos difíciles, carencias, largas jornadas, incomprensiones y momentos de
desánimo. Pero nada de eso ha sido suficiente para detener nuestra vocación. Hoy podemos mirar atrás con orgullo y afirmar
que cada obstáculo nos hizo más fuertes, más unidos, más decididos.

El centenario que celebramos hoy no es una meta, sino un punto de partida hacia nuevas conquistas. La sociedad cambia, los
desafíos en salud pública evolucionan, y nosotros debemos seguir creciendo para estar a la altura de las demandas del siglo
XXI.

Hoy más que nunca es necesario fortalecer la formación continua, abogar por mejores políticas de salud, impulsar la
investigación y visibilizar la importancia estratégica de la enfermería para la sostenibilidad de los sistemas de salud.

Queridas colegas, compañeros: debemos asumir con responsabilidad el compromiso de ser lideres transformadores, de seguir
educando con el ejemplo, de motivar a las nuevas generaciones para que vean en la enfermería no solo una carrera profesional,
sino una verdadera vocación de servicio.

Hoy, alzamos con orgullo la lámpara encendida que simboliza nuestra profesión. Esa luz que nos guía a través de las noches
más largas y de las pruebas más difíciles. Esa luz que representa la esperanza de los enfermos, la tranquilidad de los familiares,
la fortaleza de todo un sistema de salud.

Sigamos cuidando con el corazón, sigamos siendo ejemplo de humanidad y de entrega, sigamos construyendo un futuro más
justo y saludable para todos.

Que estos cien años de historia sean también un compromiso renovado con los próximos cien años que vendrán. Que siempre
recordemos que ser enfermera o enfermero no es solo una ocupación, sino una manera de vivir, de servir y de amar.

¡Feliz centenario, querida Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá!

Mgter. Felipe De Jesús Ríos Mitre

Presidente- 20 de agosto 2025.